VETERINARIA, SEGÚN CARLOS LLAMAZARES

En una entrada anterior advertíamos de que un nuevo proyecto se estaba cocinando entre el Departamento de Orientación, el de Actividades Extraescolares y el Equipo Directivo y que sería integrado dentro del Plan de Acción Tutorial, con el anodino nombre de LAS MATINÉS DEL BERGIDUM (en homenaje a nuestras añoradas TARDES DEL BERGIUM FLAVIUM) y con el claro objetivo de servir de orientación académica y profesional a nuestros alumnos de 2º ciclo de ESO y Bachillerato.

Pues bien, el pasado miércoles tuvo lugar la primera de las "matinés", charlas, conferencias, coloquios, llamadla como queráis en la que el veterinario Carlos Llamazares Gonzalez, padre de alumna, miembro del AMPA y profesional con mas de treinta años de experiencia nos despiezó (va sin segundas Carlos) los estudios de veterinaria y lo que significa ser un profesional veterinario.

Entre curiosas anécdotas como por qué no se le deben recortar los bigotes a los gatos, datos la mar de útiles como la forma correcta de quitar una garrapata o cómo saber de manera infalible si un restaurante tendrá limpia la cocina sin pisar la cocina de dicho restaurante, Carlos nos explicó las especialidades que se pueden estudiar dentro del grado de Veterinaria y las diferencias existentes entre ellas. Como especialista en Salud y tecnología alimentaria y Veterinario de Sanidad de la Junta de Castilla y León nos ilustró sobre las competencias específicas de esta rama de la veterinaria. Tras un animado turno de preguntas le despedimos con un caluroso aplauso. 

Aquí podéis leer las noticias generadas por este evento en los medios locales y abajo la ficha técnica del grado en veterinaria elaborada por Itziar. 

Muchas gracias, Carlos en nombre de todos los miembros de esta comunidad educativa por brindarte a inaugurar esta "carretera", que esperamos lleve a nuestros alumnos y alumnas tan lejos como su vocación o su empeño les permita. Gracias al AMPA y a su presidenta Paca por ayudarnos a "convencer" a Carlos.

Y la próxima semana: PERIODISMO, SEGÚN CARLOS J. DOMINGUEZ